A LA ESCUCHA DE LA PALABRA

A partir de este V domingo de Cuaresma (29 de marzo de 2020), abrimos este nuevo espacio esta página web de la Provincia Eudista de Colombia. Se llama A la escucha de la Palabra. Queremos ofrecer esta oportunidad para nutrir nuestra vida de fe y nuestro compromiso cristiano. Somos como los caminantes de Emaús (Cf. Lc 24, 13-35), a quienes arde el corazón cuando escuchan la Palabra de Jesús. En medio del desconcierto de la vida, estos dos caminantes adquieren, por el encuentro con la Palabra encarnada, una nueva luz para interpretar el acontecimiento aparentemente absurdo de la cruz y para asimilarlo desde la perspectiva adecuada: la PASCUA de Jesús cambia la historia, abre una esperanza sin límites, establece la presencia viva del Señor entre los hombres para siempre.

¿Acaso lo que estos dos caminantes de Emaús sintieron es lo que sentimos nosotros cuando escuchamos la Palabra proclamada en la Eucaristía? Para permitir que nuestra experiencia sea como la de ellos, abrimos este espacio en
nuestra página web.

Por eso, nos centraremos, inicialmente, en dos ayudas: a) una meditación diaria de la Palabra que se escucha en la eucaristía y b) Una ayuda para la lectura orante de la Palabra de los domingos de cada semana. No es extraño pensar que normalmente escuchamos las palabras de la Eucaristía con distracción o con indiferencia. Las recibimos como palabras que nos informan, que nos cuentan una historia, que nos instruyen, nos advierten… Rara vez nos impresionan. A menudo les prestamos muy poca atención, porque se han convertido en algo demasiado conocido o en algo demasiado lejano a mi realidad inmediata.

A veces las escuchamos como si se tratara de la misma “vieja historia” de siempre
No podemos permanecer indiferentes ante esta situación desastrosa. Esta irresponsable actitud nuestra, como creyentes, olvida que la Palabra de Dios tiene poder creador: la Palabra crea lo que expresa. En el Génesis se dice que Dios creó el mundo por su palabra, pero en la Carta a los Hebreos el término empleado para “hablar” y “crear” es el mismo. Traducido literalmente, dice: “Dios habló la luz y la luz existió”. Para Dios, hablar es crear. En el camino de Emaús, Jesús se hizo presente a través de su palabra, y fue esa presencia la que transformó la tristeza en alegría, el luto en danza. Y eso mismo sucede en la eucaristía.

Contribuir a todos a cultivar este tipo de escucha de la Palabra es el propósito de este nuevo espacio en nuestra página web.

Con Juan Eudes, oremos:

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Entreguémonos al Espíritu divino que ha dictado las Santas Escrituras y supliquémosle que las grabe en nuestros corazones y que haga de nuestra alma y de nuestro cuerpo un evangelio y un libro viviente, escrito por dentro y por fuera, en el que se imprima perfectamente la vida interior y exterior de Jesús, manifestada en las santas letras.

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