UNA INVITACIÓN A LA MISERICORDIA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
LOS IMAGINARIOS
DE LA PESTE
Por primera vez, los que conocemos la historia de san Juan Eudes como apóstol de los apestados, celebramos su fiesta justamente en tiempo de pandemia con unas cifras que superan los 20.000.000 de infectados y 1.000.000 de fallecidos y darán todavía para largo.
PRIMER LLAMADO DE LA PESTE AL COMPROMISO MISERICORDIOSO
En París, año de 1627, Juan Eudes joven sacerdote del Oratorio de Bérulle, da por
terminado un intenso pero apacible confinamiento de dos años por motivos de salud y se dedica a profundizar sus estudios teológicos.
SEGUNDO LLAMADO DE LA PESTE: AL COMPROMISO MISERICORDIOSO
Después de atender durante unos tres meses a los apestados de Argentan, los Superiores le dan a Juan Eudes una nueva obediencia y destinación a la comunidad de Caen.
¿QUÉ HACER EN
LA
COMUNIDAD EN
TIEMPOS DE PESTE?
En 1668 hubo un brote de peste en Francia y hubo unos 40.000 muertos. En carta al Padre de la Haye de Bonnefond, superior del seminario de Rouen, le da instrucciones sobre las precauciones que deben tomarse ante la peste (14 de septiembre de 1668).
DURANTE MUCHO TIEMPO ESTA PANDEMIA NOS HARÁ UN LLAMADO CONTINUO A LA MISERICORDIA
La pandemia nos hace un llamado múltiple, diverso, creativo y al mismo tiempo a varias generaciones: niños, jóvenes, adultos y mayores; a todos los diferentes profesionales servidores de la sociedad; a todos los dedicados a la salud mental y espiritual de las personas
TEXTOS EUDISTAS SOBRE
LA MISERICORDIA
EN TIEMPOS DE
PANDEMIA
Todos los textos sobre la misericordia, en Juan Eudes, no se limitan a la peste sino a toda la vida testimonial y evangelizadora del discípulo de Jesús. Aquí va a funcionar el imaginario de la peste: hay pestes de muchas clases.
LA PERSONALIDAD MISERICORDIOSA DE SAN JUAN EUDES MARCADA POR EL IMAGINARIO DE LA PESTE.
Así como suena y es posible que muchos quedemos marcados por esta pandemia. En Juan Eudes, por supuesto, fue una marca (- no un trauma -) positiva, creativa, inspiradora
CONCLUSIONES
ABIERTAS
Hagamos de nuestro confinamiento una escuela de crecimiento espiritual y al mismo tiempo de comunión con el sufrimiento humano desde una actitud misericordiosa.