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Estructura Organizacional
La Congregación de Jesús y María (Padres Eudistas) es una sociedad de vida apostólica. Como tal es guíada por su finalidad apostólica, la vida fraterna en comunidad y la búsqueda de la perfección en el amor. No es una orden religiosa sino una sociedad de carácter secular, en la cual sus miembros se comprometen a vivir sin límites el seguimiento de Jesús motivados por su vocación cristiana (bautismo), la vocación al sacerdocio (de ser el caso) y, ante todo, la misión apostólica congregacional. JUNTOS PARA LA MISION es el lema constitucional de nuestra Congregación.
La estructura organización la dan las Constituciones y Reglas de la Congregación:
1. Los eudistas pertenecen normalmente a una casa o comunidad local (comprende por lo menos tres miembros), reunidos bajo la coordinación de uno de ellos, llamado «superior local». La comunidad local es la célula bàsica de la congregación y ella misma establece, anualmente, su plan de vida y trabajo.
2. Todas las casas o comunidades y todos los que hacen parte de ellas, exeptuando los que hacen parte de la administración general, se agrupan en una Provincia, que puede tener o no un territorio geográfico determinado. La instancia legisladora es la asamblea provincial que tiene lugar al menos cada seis años y trata todos los asuntos de interés general para la provincia. La administración de la provincia es confiada, por la administración general, a un superior provincial (nombrado por tres años y reelegible una vez) quien, con sus consejeros provinciales y el ecónomo provincial, es el responsable de la vida de la provincia y de sus grandes orientaciones. La preocupación principal del provincial es la animación esdpiritual y apostólica de la provincia.
3. Todas las comunidades y todas las provincias forman juntas un cuerpo que tiene un mismo espíritu y un mismo corazón: la Congregación, cuyo gobierno está asegurado por la asamblea general (autoridad suprema de la Congregación de Jesús y María que se reune cada cinco años), por el consejo general, presidido por el superior general quien es elegido por la asamblea para un período de cinco años (reelegible una vez) y quien tiene autoridad sobre todas las provincias, todas las comunidades y todos los miembros de la congregación, y actúa en todo con la constante preocupación de mantener a los miembros de la CJM fieles al espíritu del fundador y de promover la unión, la actitud apostólica y el crecimiento espiritual de las comunidades y todos sus miembros.
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